Enartes. Ebert Ortiz, Tumàka't y Lux Boreal Danza Contemporánea.
Por Renée de Pedro
Diciembre 2015, México.
El domingo 13 del presente mes, dentro del VII Encuentro de las Artes Escénicas Enartes, se presentaron en el Teatro de las Artes del CENART, tres agrupaciones dancísticas, que dieron cierre a dicho evento. Éste dispositivo organizado por el FONCA, reúne diferentes grupos del arte escénico con la finalidad de contribuir con la difusión y exposición de su obra, creando vínculos entre los creadores y los promotores culturales.
El Programa 4, celebrado en mencionada fecha, contó con la presencia de Ebert Ortiz, Tumàka’t y Lux Boreal Danza Contemporánea. Las tres agrupaciones, presentaron piezas de 30 minutos de duración, como sugerían los requisitos del encuentro.
Se dio inicio con Ebert Ortiz, compañía residente de la ciudad de Tijuana, Baja California, que trabaja la fusión de danza contemporánea, y otros lenguajes corporales con afinidades al arte urbano y al arte pop. La propuesta escénica de Cruel, aborda el tema de la creación del hombre, el juego entre el ser que crea y el que es creado. La primera imagen en escena, es la de un cuerpo postrado en una cama quirúrgica, cubierto por una sábana blanca, donde predomina el contraste de tonalidades similares al claroscuro renacentista. Dentro de ésta atmósfera de solemnidad y religiosidad, aparece un hombre vestido de negro con guantes blancos, que con un lenguaje basado en la expresividad de las manos, dibuja ideas y símbolos del ser creador. Posteriormente le acompaña otro hombre de misma apariencia, y entre los dos, ocupando un espacio que se reduce a rodear la cama y el cuerpo que yace, dan vida al mismo y lo dejan en su soledad. En el escenario coexisten dos cantantes, que a pesar de tener una constante participación en el arreglo musical, sólo se les da un breve momento para ser vistos por el espectador, elemento que puede confundir y dejar en lo incierto la importancia vocal en la sonorización de la pieza.
Hay un contraste estético con la segunda parte de la obra, el diseño de luces se inclina a tonalidades de verdes y morados, y el uso extenuante de humo invade la imagen, anulando la claridad del trazo de movimiento presente. Se pierde el sentido místico, y lo terrenal parece ser la guía de un cuerpo que se expresa con contorsiones, giros, saltos, entre otros códigos representativos de la danza urbana. Se concluye con el individuo que sufre su condición de mortal, de ser el producto de la creación de alguien más, y no la propia.
Después de diez minutos de intermedio, continua el trabajo de Tumàka’t, proyecto del estado de Yucatán, con la pieza Rua do Lavradio o La distancia más larga entre dos puntos. Como la propia compañía lo explica en el programa de mano, se busca hablar de las fronteras desde diferentes lecturas. La utilización de un objeto como facilitador de éste planteamiento, permite el diálogo entre el yo y lo otro, estableciendo barreras, vínculos y estrategias de acercamiento diversas. Primer momento: un hombre y una mujer divididos por una tabla, establecen un diálogo a pesar de no tener contacto entre ellos, pues no se tocan ni se ven, pero son conscientes de la existencia del otro; una pareja que no encuentra recursos para expresar su individualidad cuando está presente la otra parte. Continuamente se van sumando más bailarines, ya no es un individuo con el otro, es un individuo con los otros, con lo otro. Eventualmente, cada bailarín incluye una tabla a la escena, y se exploran de forma grupal e individual, las posibilidades que da éste elemento como escenografía, como utilería, como extensión del cuerpo, y como símbolo argumentativo. En todas estas modalidades el dominio del objeto es impecable, hay un notorio trabajo de exploración y ensayo que permiten al espectador apreciar una pieza clara y nítida en su discurso. La propuesta escénica, es limpia y sencilla, un escenario al desnudo, que permite ver sus paredes e interior, apoyado por unos ventiladores/lámpara que mantienen una pulsación constante, dándole ritmo a la acción. La pieza sugiere y hace notoria, la condición humana que delimita y genera ramificaciones diversas de relación, en aquél espacio donde termina la individualidad y comienza la mirada hacia lo externo, así como también, la constante construcción de la identidad.
Finalmente, Lux Boreal Danza Contemporánea, grupo integrado por artistas de varias regiones del país, cierra el programa con Fit/ Misfit. Esta pieza coproducida con Iseli-Chiodi Dance Company de Irlanda y con la colaboración musical de Horsemen Pass By, realiza un ejercicio creativo donde lo espontáneo y aleatorio hilan la propuesta estética. En escena hay cuatro intérpretes y un colaborador/observador que da pie a la reproducción sonora. El escenario se reduce de forma cuadrada y con luminarias caseras visibles para el espectador, se da la sensación de intimidad y cercanía. En un principio y en silencio, los bailarines vestidos de negro, pelean por sobresalir entre ellos, quién camina más rápido, quién abarca más espacio, etcétera. Consecuentemente y con la entrada de música se desarrollan frases coreográficas que a lo largo de la pieza se repetirán con diferentes intenciones y contextos dentro del argumento. Muchas cosas suceden, hay cambios de vestuario, surgen rivalidades y alianzas, pero la constante lucha entre cada uno de los personajes por encontrar su protagonismo y pertenencia al grupo nunca desaparece. Acertadamente la elección musical de Western Hollyvudense, el vestuario, así como el encuadre cinematográfico de la puesta en escena, dan un toque de humor, muchas veces olvidado en las propuestas dancísticas, con temor a perder la seriedad de las recurrentes temáticas que aborda el gremio. La interpretación y ejecución es sobresaliente, la gestualidad del rostro es parte primordial de la pieza. Lux Boreal sugiere que el virtuosismo no radica en la explotación del cuerpo como máquina, sino en la reflexión del quehacer artístico que la danza también requiere.
La presentación de estas tres propuestas, es un claro ejemplo del compromiso que existe en México por la danza y el arte, y enuncia la importancia de seguir otorgando espacio y tiempo para que no sólo promotores culturales aprecien el producto, sino también para que las Instituciones gubernamentales dedicadas al fomento y desarrollo del Arte y la Cultura en el país reconsideren el obligado apoyo y el necesario financiamiento de quienes día a día trabajan por enriquecer el acervo del país.
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