CUERPO DE AR
Por Renée de Pedro
Septiembre 2018, México
Fotografía David Flores Rubio
Septiembre 2018, México
Fotografía David Flores Rubio
“…el alma es
un cuerpo formado por partes sutiles, diseminada por todo el organismo, muy
semejante al aire con cierta mixtura de calor, y cercana en cierto respecto a
lo uno y en parte a lo otro (…) El alma, mediante la facultad adquirida por sí
misma a través del movimiento, adquiere esa facultad de sentir y al punto la
cede al organismo de acuerdo con su convivencia y compenetración en él, como
dijimos.”
Epicuro, Carta a Heródoto
Cuerpo desnudo, cuerpo salvaje
Cuerpo vestido, cuerpo civilizado
Cuerpos civilizados, cuerpos que pelean.
El que se moviliza,
Acto de sagrada voluntad,
Se traslada afirmando su subjetividad.
Un cuerpo sobre otro cuerpo,
Cuerpo empoderado,
Cuerpo sometido.
La jerarquía de la carne.
El cuerpo que violenta,
El cuerpo que lucha contra los otros cuerpos.
Un cuerpo que se autorepresenta,
Que se nombra,
Que se materializa doblemente.
Un cuerpo que nombra al otro,
Reconoce al otro.
El cuerpo que toca al cuerpo del otro,
Que lo abraza,
Que es humedecido con el sudor ajeno,
El cuerpo sensible.
Es el cuerpo que enseña,
El cuerpo que aprende
Un cuerpo que anhela.
El que reza
Para conectarse con lo divino,
Es el cuerpo erotizado.
También es el silenciado,
El que ha sido enterrado,
* * *
En un lugar
delimitado, de paredes blancas, piso blanco, hay dos cuerpos igualmente
vestidos de blanco. El único contraste a ésta constante de color, es una serie
de trozos de carbón regados por la escena. Se da continuidad a lo que
parecieran aisladas acciones, repitiéndose y desarrollándose por quienes conocemos
como intérpretes: los dos cuerpos que de blanco visten. El carbón, como hilo
conductor gana funcionalidades distintas, desde un objeto que deja una marca en
las paredes blancas, atestiguando el movimiento, hasta algo que podría comerse
y pensarse como comburente de energía humana.
Cuerpo es
una pieza de AR, que fue estrenada el 26 de abril del 2018 en Un Teatro,
ubicado en la colonia Condesa de la Ciudad de México, y continua presentándose
en el marco de diferentes festivales de México y América Latina.
Entrevista con AR
Hace algunos
días, me reuní con AR para conocer más sobre aquello que rodea Cuerpo, sus
inquietudes como artista, su particular paso por el mundo de la danza, entre
otras curiosidades. A continuación comparto extractos de ésta plática.
R: ¿Qué es
el cuerpo?
AR: No lo
sé, creo que es todo, que son muchas cosas. También depende del contexto.
Hablando de la obra, simbolizo el cuerpo como un nombre, una etiqueta, un trazo
hecho por un cuerpo se vuelve un cuerpo, una imagen, una cruz, etcétera.
Pensaba en Una y tres sillas (Joseph Kosuth) donde el autor pone la descripción
de qué es una silla, la foto de una silla y una silla físicamente y basándose
en eso te pregunta ¿qué consideras tú como una silla? La imagen, el objeto o la
descripción. Creo que funciona de igual forma con el cuerpo ¿qué es el cuerpo?
Creo que puede ser muchas cosas, a partir de una construcción social.
R: ¿Crees
que tu obra habla desde dicha construcción, o cómo es que te aproximas hacia el cuerpo para crear esta
pieza?
AR: Creo que
fue una pequeña reflexión de lo poco que he visto en la vida, de cómo la sociedad
ve al cuerpo. Seguramente en otros momentos se ha concebido de otra forma, pero
yo no tengo esa información. Simplemente es plasmar estas ideas alrededor del
cuerpo. Tanto un cuerpo humano, como el cuerpo como concepto.
R: ¿Qué
relación crees tener con tu cuerpo?
AR: Lo que
me impulso a hacer esta obra fue darme cuenta de ésta relación. Al estar
trabajando en una oficina comencé a observa qué estaba pasando con mi cuerpo de
forma literal y a su vez a nivel de sensación. Estaba estático, totalmente
plasmado, veía alrededor a mis compañeros igual que yo. Todos sentados,
entretenidos en Facebook y Youtube. Queriendo ser como otras personas y no
haciendo nada para lograrlo, detrás de la computadora, sin hacer más. No
teníamos tiempo para disfrutar el dinero que obteníamos con ese trabajo. Ahí no
estaba buscando nada, ahora busco sentirme bien con mi cuerpo y moverme. Siento que es lo que le pasa al mexicano, tiene sueños y no hace nada para
alcanzarlos. Esto me impulso a hacer la obra, hablar de esa relación con mi
cuerpo a partir de la inmovilidad y la trasformación en una máquina, el gen
robotizado. Y ahora, mi relación es diferente, mi cuerpo ya no sólo aspira a
algo, sino que lo está buscando también.
R: Pensando
que la obra es ejecutada por dos personas ¿Cuál crees que es la relación de un
individuo con el cuerpo del otro?, ¿en qué momento inicia esa frontera entre ambos?
AR: Hay dos
cuerpos porque creo que en todo existe una dualidad, y esa fue la forma de escenificarlo,
con un hombre y una mujer. Tenía miedo que al usar a un hombre y a una mujer,
se interpretara automáticamente una relación de pareja, sin embargo, creo que
se logró anular esta concepción obvia; sólo son dos cuerpos. En la obra procuro
una narrativa, aunque sea muy tenue, es el ciclo de la vida de un ser, el de
Víctor (el hombre), quien nace, crece y muere, y que es ayudado por el otro
individuo, Natalia (la mujer). En la escena de la cena, ésta chica se da cuenta
que él no ha pasado más allá, no ha evolucionado, no ha aprendido, no se ha
desarrollado. Ella sólo contempla cómo él se va cayendo sólo, como creo que
pasa con las sociedades mismas, solas van cayendo. La siguiente imagen es ella
enseñándole a comer. Y ahí es donde se rompe esa relación, cuando ella se da
cuenta que en él no hay una evolución, que no son lo mismo, a pesar de que
ambos son un cuerpo.
R: ¿En qué
momento acaba el cuerpo: el que camina, el que respira, el que come, y empieza
la danza?
AR: Tal vez
la danza es sólo una excusa para concebir la obra porque no estudié teatro.
Tampoco sé si están bailando o sólo se están moviendo. Las acciones comunes que
yo hago, ellos las hacen también en
escena. Quizás lo viéramos desde lo formal, sería el momento en el que
desarrollan frases y la danza une las escenas.
R: Consideras que ¿la danza tiene una función diferente al movimiento de un
cuerpo?
AR: La danza
es sólo movimiento. Creo que puede generarse con cualquier cuerpo, objeto o ser
viviente.
R: Podríamos
pensar, a partir de esto, que ¿las fronteras de la danza tienen que ver más con
una estructura institucional?
AR: Creo que
tiene que ver más con una estructura de posicionamiento y objetividad, como con
lo que sucedió con Duchamps, en qué momento sus inodoros se convierten en arte.
En qué momento el movimiento se convierte en danza. Depende de la situación y
el contexto. Entonces ¿todo es danza? Creo que sí, todo puede ser danza.
R: Para
cerrar, ¿cómo es que te inicias en la danza? Y ahora, ¿cómo es que tú aprendes?
AR: Entré a
un Cedart en la prepa, para música era pésimo, el maestro de artes plásticas no
me caía muy bien, nunca me logré aprender un texto para la materia de teatro,
sólo me quedaba danza. Y me parecía padre porque siempre había hecho cosas de
ejercicio, me gustaba el futbol, el basquetbol, me gustaba la actividad física.
Fui a una clase muestra y nos pusieron a correr, a hacer lagartijas, estaba
chido, era como clase de educación física pero con mallitas, ni modo, nadie me
iba a ver. Afortunadamente con el paso de los años, fue una buena decisión. Ya
para el último año de la prepa tuve clase de coreografía, donde la premisa era
crear mi propio movimiento. Y comencé a preguntarme cosas, a ver más danza, a
tomar clases con otras personas. Cuando salí de Cedart conocí a Magdalena
Brezzo, y me ofreció trabajo como su asistente. Trabajé con ella para la obra
de Caperucita Wolf, había platos que se rompían, una piel de vaca colgada, yo
no sabía que eso podía ser danza, y platicando con ella me explicaba cada cosa.
Fue como mi segunda clase de coreografía y me dio un gran salto. Di un saltote
en el que no viví el ser bailarín, la formación académica, me salté la danza
moderna, y comencé a cuestionarme qué era la danza para la mí. Posteriormente,
entré a la escuela (ENDCC) donde completé mi formación. Y, ¿ahora cómo concibo
la danza? Comencé a leer y a investigar sobre toda la parte que me había
saltado, a entender sus procesos. Me considero una persona callada, pero me
interesa hablar, encontré en el medio coreográfico contemporáneo una manera de
decir sin restricciones, una opción que me permitía hacer muchas cosas, yo encontré eso en la danza. Y sigo
aprendiendo, sigo conociendo qué es la danza. ¿Hago Danza Contemporánea? No lo
sé, simplemente hago cosas que quiero hacer.
Agradezco a AR por compartirme desde lo íntimo e invito a seguir su trabajo.
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